lunes, 17 de octubre de 2016

EL BIG BANG

Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Estos tres primeros versículos del libro del Génesis, presentes en la Biblia versión Reina-Valera 1960, constituyen el primer conocimiento que tuve del origen del universo y de todas las cosas y seres vivos.
Luego, en mis estudios escolares de Ciencias Sociales, conocí las diversas concepciones cosmogónicas que las diferentes primeras culturas humanas habían creado para explicar la realidad conocida. Algunas de estas concepciones tenían un carácter intimidatorio como afirmar que no se podía navegar por mar más allá de las Columnas de Hércules (límite occidental del mar Mediterráneo), bajo el riesgo de precipitarse a un abismo sin fin.
Más tarde, en el colegio; al estudiar: Ciencias Naturales, Física, Matemática, y Filosofía; se me enseñó de los descubrimientos y teorías de Demócrito, Sócrates, Platón, Aristóteles, Euclides, Ptolomeo, San Agustín, Spinosa, Maquiavelo, Moro, Voltaire, Kant, Copérnico, Galileo, Képler,  Newton, Bruno, Abel, Euler, Leibnitz, Lagrange, Laplace, Marx, Brahe, Riemman, Bolyai,  Faraday, Ampére, Hertz, Joule, Kelvin, Niestche, Darwin, Boole, Bohr, Maxwel, Planck, Coriolis, Curie, Einstein, Doppler, Huble; y tantos otros que ya no recuerdo; que únicamente me dejaron más confundida que al principio.
Sin embargo, vivo en la era de la información; y soy, como lo expresa Piero de Benedetti en su canción Los americanos; de los que, si conocen de historia, no es por haber leído, si no de haberla visto en el cine americano.
Y he visto películas como: Encuentros cercanos del tercer tipo, ET, 2001.Odisea del espacio, Pídele al tiempo que  vuelva, El quinto elemento,  Contacto, y la serie Cosmos de Karl Sagan.  Me he familiarizado con términos como: viajes en el tiempo, curvatura del espacio-tiempo, agujeros de gusano, Geometrías no euclidianas, gravedad, gravitación, entropía, isótopo, agujeros negros, materia oscura, partícula de Dios, premio Nobel, Teoría de la relatividad, y, Teoría del Big Bang.
Me ha fascinado la lectura de las primeras páginas de esta reciente publicación: El Big Bang, Manuel Sanromá, Editorial UOC, Barcelona, febrero 2016; por cuanto explica, de manera sencilla para el profano, estos conocimientos tan profundos y complejos. Además nos presenta, de manera relacionada y unificada; la evolución del pensamiento humano, del pensamiento religioso, y de ciencias tan trascendentes como la Física  y la Cosmología, y áreas del conocimiento tan importantes como el Electromagnetismo y la Termodinámica,  microcosmos y macrocosmos.

Logra, incluso, disipar temores y visiones apocalípticas como las que angustian a muchos por los experimentos del Acelerador de partículas.

Ayovi Quiñonez Dayanara